Durante 39 años, la Fundación Barranquilla construyó un gran legado para la cultura y el desarrollo de la región: apoyó la creación de la Escuela Técnica Alemana, que años más tarde se conocería como el Centro Nacional Colombo Alemán del SENA, y junto con la Andi y el Incolda, impulsó la constitución de la Universidad del Norte. Además, conformó la Fundación Educativa Instituto Experimental del Atlántico José Celestino Mutis y, con financiación promovió nuevos empresarios de la región para llevar al Caribe colombiano a un nuevo nivel.

Sin duda, la familia Santo Domingo guarda un espacio muy especial en la historia de Barranquilla y de la región. Por esto, en 1989, la Fundación Barranquilla cambió su nombre a Fundación Santo Domingo, en honor a la memoria de don Mario Santo Domingo, filántropo y empresario, quien ha sido inspiración para su familia y el país, por contribuir al bienestar de más personas y al cierre de brechas de inequidad.

Durante los siguientes años, la Fundación lideró proyectos junto con diferentes aliados estratégicos, de carácter privado, público, local y nacional. Ejemplo de esto fue la creación de la Corporación Autónoma del Carnaval, que años más tarde sería Carnaval de Barranquilla S.A.; la apuesta al desarrollo de la Isla de Barú, para mejorar las condiciones de vivienda, salud y educación de la zona, y el inicio de dos Macroproyectos de Vivienda de Interés Social en Cartagena y Barranquilla. Asimismo, se tomó la decisión de aportar a la preservación del medio ambiente en diversas regiones del país, y de firmemente apoyar la educación como bandera para generar más oportunidades.

Después de 6 décadas de su nacimiento, la Fundación, ahora Fundación Santo Domingo, se consolida en Colombia, y en el 2020 asume el liderazgo de una donación de 100 mil millones de pesos entregados por la Familia Santo Domingo, para mitigar el impacto de la COVID 19 en el país. Esta donación fue gestionada en tres líneas: Seguridad Alimentaria, Salud y Bienestar y Convivencia; una macrooperación que contó con más de 200 aliados a nivel nacional y que aportó bienestar a miles de familias.

Hoy, después de afrontar años de mucha incertidumbre, seguimos trabajando para liderar e impulsar proyectos de alto impacto que transformen país en cuatro líneas estratégicas: Educación, Salud, Medio Ambiente y Desarrollo Territorial. A lo largo de este camino, con el decidido apoyo de la familia Santo Domingo y la colaboración de aliados estratégicos, hemos aportado en la construcción de un país más equitativo. Ahora bien, nos falta mucho por hacer. Es justo en este momento que debemos trabajar más fuerte en la recuperación socioeconómica de nuestro país, después de los grandes retos que nos ha dejado la pandemia.

Por eso, nuestro equipo se profesionaliza cada vez más para contribuir a solucionar problemas sociales más complejos. Asimismo, las compañías, los gobiernos y la sociedad civil están entendiendo que tienen una responsabilidad extendida con el país. El medio ambiente, la educación y la salud ahora hacen parte de las conversaciones de los empresarios, que buscan alianzas con fundaciones para generar mayor impacto y alcance.

Tenemos una gran oportunidad para hacer inversiones de alto impacto, escalables, de largo alcance, que generen cambios sistémicos en el país, que aporten al cumplimiento de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, e impulsen el desarrollo del Caribe colombiano. Es tiempo de fortalecer alianzas que construyan valor compartido entre las compañías, el gobierno y el sector social.

Gracias a ustedes, aliados, colaboradores y colombianos, que han hecho parte de estos sesenta años, sin su apoyo esta historia no habría sido posible. Los invitamos a continuar trabajando juntos por una nación donde las oportunidades convergen, para mejorar la calidad de vida de más familias y, así, lograr que Colombia sea más equitativa.

José Francisco Aguirre Borda
Director ejecutivo
Fundación Santo Domingo